jueves, 24 de abril de 2025

Grupo 5: "La construcción de la propia imagen"

 ¡Buenas tardes a todos y todas! Hoy vamos a tratar el tema de la imagen personal, es decir esa percepción que formamos sobre nosotros mismos a partir de nuestras ideas, emociones y experiencias acumuladas. 

La imagen corporal forma parte de ese conjunto de ideas y representa cómo vemos nuestro cuerpo y cada una de sus partes. 

Además, abarca los pensamientos y sentimientos que tenemos hacia nosotros mismos, influenciados por nuestras vivencias y comportamientos. 

Desde la niñez comenzamos a construir ciertos conceptos que son clave para forjar nuestra imagen personal: 

  • Conocimiento de uno mismo: son las creencias, ideas y percepciones que tenemos sobre nuestra persona. 
  • Autoconcepto: son los rasgos que usamos para describirnos. 
  • Autoestima: es el valor que le damos a ese autoconcepto; la imagen personal que construimos afecta directamente a nuestra autoestima. 
  • Estereotipo: es una manera de simplificar la realidad al identificar las personas por las características de un grupo al que se les asocia. 
La forma en que nos sentimos respecto a nuestra imagen impacta directamente en cómo nos valoramos. Esto puede provocar emociones positivas o negativas dependiendo de cómo interpretamos esa imagen, ya sea real o distorsionada. 

Hoy en día, la sociedad tiene un peso muy fuerte en cómo percibimos nuestra imagen, especialmente en el entorno escolar y durante la etapa de Educación Infantil. Desde pequeños, los niños reciben influencias sociales de manera inconsciente. Por ejemplo, cuando los padres visten según normas de género -"el azul es para niños", "las niñas deben usar falda"- o cuando les compran juguetes con estereotipos, como coches y bloques para niños o muñecas y cocinitas para niñas.

En consecuencia, la imagen que los niños tienen de su cuerpo también se ve condicionada por medios como la televisión, incluyendo películas, dibujos animados e incluso cuentos infantiles. Estos medios transmiten ciertos modelos sobre lo que se considera atractivo o poco atractivo. Los personajes que aparecen suelen estar tan idealizados que los niños comienzan a asociar esas figuras con los estándares de belleza que impone la sociedad actual. Por ello, tanto las familias como el entorno escolar deben fomentar la autoestima, seleccionar adecuadamente las lecturas y transmitir el mensaje de que todos somos únicos y debemos aprender a querernos tal como somos.

Es fundamental destacar el papel de la educación en el desarrollo de la autoestima y la percepción del propio cuerpo. Desde edades tempranas es importante trabajar estos aspectos para que los niños ganen seguridad en sí mismos y, al llegar a la adolescencia -una etapa de grandes transformaciones-, no corran el riesgo de desarrollar pensamientos negativos sobre su apariencia, que pueden derivar en depresión o trastornos alimentarios.

Aunque no siempre seamos conscientes, los medios de comunicación, las redes sociales y la publicidad ejercen una enorme influencia sobre los adolescentes. Durante esta etapa, en la que ocurren importantes cambios físicos y en la que los jóvenes comienzan a formar su identidad personal, se sienten emocionalmente vulnerables. Esto los hace más susceptibles a la inseguridad y a la presión por cumplir con los estándares de belleza que impone la sociedad actual.

Esta presión social y la falta de autoestima, como se ha mencionado previamente, pueden derivar en trastornos vinculados a la percepción del propio cuerpo.

  • Anorexia: se trata de un trastorno alimenticio que provoca una pérdida de peso extrema, por debajo de lo que se considera saludable. Quienes lo sufren sienten un temor intenso a ganar peso, incluso cuando ya tienen un peso muy por debajo del adecuado. Como consecuencia, es común que recurran a métodos como provocarse el vómito tras las comidas o practicar ejercicio físico de forma excesiva.
  • Bulimia: es un trastorno alimenticio que se manifiesta a través de episodios frecuentes de consumo desmedido de comida en un corto periodo de tiempo, conocidos como atracones. Las personas que lo padecen sienten una gran preocupación por su peso corporal y, como forma de compensar lo ingerido, suelen recurrir a conductas como provocarse el vómito u otros métodos poco saludables para evitar el aumento de peso.


Para finalizar, es fundamental resaltar la relevancia del papel del docente en el desarrollo de la imagen personal en los niños. La autoconciencia representa un elemento clave en el crecimiento saludable del menor, ya que una percepción positiva de uno mismo genera seguridad, confianza y la capacidad de alcanzar metas, además de facilitar vínculos sanos con sus compañeros y potenciar la inteligencia intrapersonal. Por ello, es esencial que este aspecto se incluya desde las primeras etapas educativas, especialmente en Educación Infantil. Durante esta fase, el niño empieza a construir una imagen de sí mismo que guarda una estrecha relación con su autoestima. El educador debe promover actividades que permitan al alumnado descubrir sus propias capacidades y aceptar sus cualidades personales, fomentando así una autoimagen ajustada, segura y positiva.


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